miércoles, 29 de diciembre de 2010

sin título

Despierto, traído de no sé qué vacío, repentinamente arrancado de mi plácido retozo en lo que se podría llamar una infinita sopa extrafísica, donde las almas se entrecruzan en obscuras y viscosas interacciones, para de pronto hallarme en el universo conocido. La sensación de materialidad es inconfundible, he sido escogido para dar vida a algo.

Probablemente me encuentro en estado embriónico, mi alrededor es obscuro y compacto. Por lo que mi escasa consciencia me va diciendo mientras tanteo mi figura mentalmente, soy víctima de una gordura inmensa. Repaso en mi mente mis conocimientos de anatomía, tratando de descifrar en qué clase de criatura fui a parar, pero no logro acordarme de ningún feto que sea gordo. Un terrible temor me asalta: ¿Y si soy una deformidad? Algún fallo genético pudo haberme condenado a una existencia de penurias y burlas de parte de mis semejantes. O peor aún, que tal si he venido a ser un pollo modificado genéticamente, diseñado artificialmente para ser todo carne y esperar, sostenido en unas patéticas patuchas, la hora en que se me sacrifique...

Mis pensamientos se ven interrumpidos por una sacudida. Silencio. De pronto, siento un escalofrío que me recorre por arriba, algo se desliza por mi lomo, la luz del día penetra, cegándome. Una mano gigantesca acaba de quitar el pedazo de tela que me cubría y mi alrededor se esclarece: me encuentro en una canasta, rodeado de frutas. Me veo en el reflejo de una ventana cercana. Soy un jitomate. Soy un rojo, jugoso jitomate. He esperado entre los siglos de los siglos para venir convertido en esto. No puedo alcanzar a comprender qué clase de macabra broma es esta. Ya se rumoreaba que el todopoderoso comenzaba a mostrar síntomas de envejecimiento, demencia senil, que se reía de lo lindo payaseando con los ángeles, pero darle vida a un jitomate no es gracioso, es más bien grotesco.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Tristeza de una tristeza

Estoy triste. Estoy tan triste que quiero escribir cien veces la palabra triste, como él, el lector, el escritor, el cuentista cuya voz, que repetía la palabra triste monótona, inflexiblemente aún me taladra el cerebro.
Triste, triste. Su tristeza se desdibuja, se repite y se amplifica, repetida tantas veces que la palabra tristeza pierde su significado y se vuelve más triste que la tristeza misma. Triteza. Triste. La más triste de las tristezas. La más triste de todas las tristes tristezas tristes. Y mientras lee, la gente se impacienta alrededor de mí, pero yo no lo noto, estoy como hipnotizado por esa tristeza tan mía. Tristeza que se repite. Y se repite. Y se repite. Tristeza. Deja de sonar a triste, suena como traste, como una repetición de sílabas que me perforan, como una gota que no deja de caer, golpea mi triste cabeza. Mi triste cerebro, mi triste vida, mi triste existencia.
Y esque está triste. De entre todas las palabras, todas las metáforas, todas las canciones desesperadas, los buzos ciegos, las insoportables melancolías él, el que lee, está triste. Sólo eso, triste. Tan triste que sólo atina a repetir la palabra triste, absurda y vacía, triste, en el poema más triste que jamás oí.
Todavía escucho su voz, que no se cansa de estar triste en mi cabeza, que no se cansa de repetir una y otra vez mi propia tristeza.
Me penetra, esa voz, esa tristeza, me penetra.
Me penetra.
Me penetra.
Me penetra.
Me penetra.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Otra crónica de una crisis existencial

Derrepente, me fuí cayendo, tropezando en un mar de piedras que resbalaban bajo mis pies, rodando y chocando entre el polvo rojo, y finalmente quedé aquí, en lo obscuro.
Ahora soy un feto. Estoy desnudo, flotando en un caldo tibio. Abro los ojos grandes, con inocente curiosidad de feto, pero el mundo me responde con tinieblas.
Todo lo que alguna vez creí ver, todo lo que era tan sólido, todo el pasto, toda la luz, los pájaros y el mar los dejé atrás, arriba, lejos. Lo único que se ve sobre mí es una luz tan muerta que duele en los ojos.
Se me escapa una lágrima, chiquita, como extrañando la luz, pero pronto se seca en mi mejilla y muere. No es tristeza de lo que estoy hecho aqui abajo, es más bien soledad y asombro, desconcierto. Y miedo.
No es la primera vez que bajo a este mi sótano, cada vez este es un lugar distinto, porque yo nunca soy el mismo.
Me siento, y pienso.
No quiero levantarme, no aún, pues todavía no he encontrado lo que vine a buscar, eso que se me cayó y que venía siguiendo cuando tropezaba entre el polvo.
El viejo yo, eso se me cayó. Ya nunca lo voy a encontrar, no está, se ha ido, me he ido. Y ahora, ahora a hilar, con el pensamiento uno nuevo, a construirme otra vez. Ahora es turno de mi alegría levantar lo que la melancolía tiró, de nuevo, a volver a empezar.

domingo, 3 de octubre de 2010

Un poema para Nathalie

Podría...
podría escribir sobre tu belleza,
podría y no quiero.
Podría también,
decirte que eres dulce,
tierna, linda,
y otras palabras que me resbalan en los labios.
Podría, pero no voy a hacerlo.

Busco algo más sutil,
busco por toda explicación,
una escencia,
un olor, una imagen
un camino.
Como el sol reflejado en el agua,
una noche clara,
unos ojos oscuros y fugaces,
una caricia.

Busco una palabra
que se me atore en la garganta,
como un suspiro,
este dolor, este abismo,
estos ojos oscuros y fugaces.

Hoy no te voy a decir,
no te voy a decir,
Nathie te quiero.

Decir es poco. Nada.

Algo.
Mucho. Todo.

Y luego me quedo,
sentado pensativo.
Casi melancólico,

y digo,
digo, que la vida es un sueño.
Y qué si gritara,
si gritara que te quiero?
Y si lo susurrara?
Cómo te lo digo al oído?

Hoy no busco un poema con sentido ni forma.
¿Qué tal una nube?
Una flor, una luna, cien estrellas.
Cinco palabras, doce versos,
siete días, tres siglos,
un mundo,

este poema, no tiene sentido ni forma.

este poema, triste y herido,
te mira desde el suelo.

¿Y qué si gritara que te quiero?
Nathie, porque es verdad,
es verdad que te quiero.

miércoles, 17 de marzo de 2010

De mis pensamientos renacen un sin fin de imágenes tuyas. Jugueteas con lentitud por la liviandad de tu ser, tu cara aparece profundamente en mi remordimiento, y tu aroma de sol viviente me hace caer.
Caigo en un cubilete de blanco estupor, se levantaran las caricias de mis maquinas con un ruido ensordecedor. En eso, tu cara tan cerca de la mia, se ampliara y tus ojos cristalinos me diran
-Hazz ahh...!-
Tu cordial saludo es sin embargo una muestra de presencia roja.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Crónica de una crisis existencial.

Había regresado esa sensación de vacío, de algo que falta, como si su pecho se hubiera derrumbado dejando una triste polvareda de ladrillos y rayos de luz ciega en el atelarañado recito que está justo arriba del estómago.
No era la misma, las crisis existenciales nunca son iguales unas a otras, o eso creía. Sería triste que todos los vacíos fueran el mismo vacío, como si el mismo recipiente se vaciara, y se llenara de lo mismo para vaciarse a la menor sacudida.
Esta vez era un vacío un poco más completo, no solo venía de adentro, también se había caído el afuera, dejando a su sacudido yo momentáneamente desorientado y abatido bajo un cielo frío de estrellas severas.
Era el documental acerca de los niños koreanos, adheridos día y noche a las pantallas de sus videojuegos, miles de niños cuyas almas habían sido vendidas y compradas por las compañías de entretenimiento. Y Second Life: miles de adultos que escapaban de la realidad blanca y negra a un mundo virtual donde todo es posible. De ahí, siguiendo el hilito que su imaginación tendía, llegó al futuro ya colonizado por el escritor de Matrix.
También era el debate que había terminado con un camino de su personalidad, el descubrir que en realidad Ella no le gustaba, lo cual no gustó nada a su dominante parte romántica.
Y así, repentinamente, se le cayó el títere de la alegría, vacío el guante del titiritero.

domingo, 3 de enero de 2010

La Mintzita


La Mintzita

El manantial la Mintzita es uno de los más importantes humedales de agua dulce en Michoacán. Gracias a su gran caudal es fuente de agua de aproximadamente 40% de los habitantes de la ciudad de Morelia. En sus márgenes, se desarrolla un complejo sistema de humedales que deben su existencia al manantial pero a su vez lo protegen de diversos factores que amenazan la calidad del agua y el hábitat de peces, aves y anfibios.

Este tipo de humedales no han sido estudiados desde el punto de vista ecológico con suficiente detalle, lo anterior a pesar de su importancia ecológica y de los servicios ecosistémicos que nos proporcionan, como son la eliminación de contaminantes del agua que los atraviesa o la protección de cuerpos de agua al retener sedimentos y nutrientes que causan la contaminación de ríos y lagos. Además, los humedales proporcionan hábitat fundamental para la reproducción de muchas especies de peces así como refugio para aves acuáticas muchas de ellas migratorias.

Estado actual del manantial

Se han encontrado más de 30 especies de plantas acuáticas emergentes, lo que hace de estos humedales el sistema más rico en especies entre los humedales de agua dulce de la región, superando a los humedales del lago de Patzcuaro y a los humedales de la laguna de Zacapu. Entre las especies más abundantes se encuentran los tules (Typha domingensis) y otras especies características de este tipo de vegetación como Shoenoplectus americanus especie fácilmente distinguible por sus tallos con tres láminas dispuestas en forma triangular. Una especie que es aun abundante en los humedales de la Mintzita es Carex psilocarpa una especie con tallos triangulares y semillas grandes dispuestas en apretadas infrutescencias que se desprenden fácilmente cuando están maduras. Las especies del género Carex son características de sitios poco perturbados lo que refuerza la importancia de los humedales de la Mintzita como refugio de biodiversidad. Sin embargo, como ya se mencionó, varios factores amenazan a estos humedales y al gran número de especies que en ellos habitan. Las concentraciones de nutrientes son altas cerca de las zonas en donde las actividades humanas son más intensas. En particular en el extremo del manantial en donde se acostumbra lavar ropa, en donde las pipas de agua llenan sus tanques y que además se encuentra más cerca de los asentamientos irregulares. Aunque los humedales son capaces de servir como “filtro” de nutrientes, en particular el nitrógeno y el fósforo, si las concentraciones de estos elementos en el agua sobrepasan ciertos límites, muchas de las plantas del humedal pueden ser afectadas negativamente.

Otros efectos negativos sobre el humedal son causados por el pastoreo del ganado que además de consumir las plantas del humedal daña al suelo de este, que es suave y se encuentra inundado. Con el pisoteo se dañan las raíces de las plantas y sus rizomas, que son estructuras de las plantas que les permiten rebrotar cuando las hojas son dañadas. Esto causa que el humedal pierda su estructura y que muchas especies raras desaparezcan. Además, varias especies de peces se reproducen entre los tallos sumergidos de las plantas del humedal, cuando el ganado destruye las plantas y remueve el sedimento del fondo los peces que dependen del agua limpia y de la protección de las plantas ya no se pueden reproducir.

Una amenaza sería para estos humedales es la presencia de carrizos invasores de la especie Phragmites australis una especie introducida a nuestro país y que, debido a su gran tamaño y rápido crecimiento desplaza a las especies nativas. Aunque algunas aves pueden hacer sus nidos entre sus tallos, la mayoría de las especies de aves y peces no pueden vivir en lugares en donde esta especie se ha vuelto dominante.

Acciones actualmente realizadas

Actualmente, se esperaba un convenio en el que estipularan que La Mintzitza sería oficialmente un sitio RAMSAR, «sitio Ramsar es el que se intenta a nivel internacional la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales, regionales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo», esto sería de importante impacto considerando la situación actual de La Mintzita y la importante influencia de este cuerpo de agua en nuestra sociedad.

También con el objetivo de cuidar y proteger a la especie endémica de este bello lugar, el zapote prieto (el cual solo tiene 34 ejemplares y todos ellos en La Mintzita.), se a comenzado muchas campañas de acción de restauración y recuperación del Área Natural Protegida, así como, también pequeños proyectos impulsados por el CIECO, en el que les preocupa el hacer llegar la información para su conservación y restauración a todo tipo de personas.


Fuentes Consultadas

http://www.lajornadamichoacan.com.mx/2007/01/27/index.php?section=sociedad&article=011n1soc

http://es.wikipedia.org/wiki/Convenio_de_Ramsar

http://impreso.milenio.com/node/8525851

http://www.cambiodemichoacan.com.mx/vernota.php?id=46430

http://www.agua.org.mx/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=7387

Roberto Lindig---Investigador CIECO

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